Me odio a mi mismo por pensar,
y como un libro abierto libero mis ideas,
reflexionando sobre las acaudaladas ideas,
acuchillando penas, aplastando lágrimas.
Loco me dijeron, justo a mi,
al menos cuerdo, al paranoico,
loco soy yo, le respondí.
Vomito en el espejo inexistente en la realidad,
actos en el espejo inexistente en la realidad,
ideas y pensamientos en el espejo inexistentes en la realidad,
lo golpeo y el espejo existe,
y con su vidrio termino con mi odio.
EnK