El brillo de las luces vuelve a quemar mis ojos,
vuelvo a esquivar la soledad del nido,
los recuerdos, puedo tocarlos, saborearlos,
el olor a romance en putrefacción,
las heridas pican y asfixian mi corazón.
En la oscuridad de mi cuarto el camuflaje se desvanece,
el velo se quema y la sangre vuelve a correr,
las sonrisas se desvanecen en ahogados gritos de desesperación.
La música rompe una pequeña grieta en la piedra,
para terminar la actuación del día,
las luces se apagan y cae el telón, tinieblas,
puedo acurrucarme para no llorar,
para sentir esa bomba en el pecho apunto de estallar.
Un nuevo día comienza, maquillaje y bambalinas,
sonrisas, amor y alegría.
El teatro se derrumba en mi interior a media presentación,
mi piedra ya es polvo,
pero mi sonrisa es más grande que nunca.
Las paredes se caen, pero sigo actuando,
ya no hay maquillaje, mi lluvia lo lavó,
el viento voló el polvo restante,
no queda nada mas que un hueco en mi interior,
aún sin publico, sin decorado, sin director,
no puedo parar.
By EnK
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