15.7.14

Goreizando al infeliz parte 0

El frío de la mañana congelaba mis dedos, no podía sentirlos, las mañana suelen ser muy frías en el invierno y sinceramente en ningún momento había pasado por mi mente el estar en esta situación, por lo cual no portaba ningún abrigo al salir de casa el día anterior por la tarde. Mi nariz también se entumecía y una gota de agua producto de la condensación al respirar el aire frío recorría ya mi bigote. El día mas largo de mi vida sin lugar a dudas, y por día me refiero al periodo entre sueño y sueño, ya que para las personas como yo, que suelen vivir a un horario distinto al de todo el mundo, y no tiene un periodo determinado para dormir todos los días es así como vemos el mundo. Ya debía estar cerca de las 36 horas despierto y ni mi mente ni mi cuerpo pedía descanso, o eso era lo que yo pensaba.
Empezar por el principio suele ser aburrido, tanta estructura y facilidad para comprender lo que se transmite. Los hechos de ese día en mi mente no tiene ningún orden, principalmente por que ya ha pasado tiempo y muchos detalles suelen esfumarse, plasmaré todo lo que pueda tal como lo vaya recordado y quedará en ustedes, a su interpretación, que sucedió y por qué.
Recuerdo que en el patio de la casa había una puerta de madera, como las típicas entradas a los sótanos de las casas, solo que esta estaba en mitad del patio. Había observado a este sospechoso por semanas luego de salir del trabajo y estaba más que seguro que era el a quien buscaba. Ya había visto que a cierta hora siempre dejaba de "trabajar" en el sótano y se tomaba su descanso en la casa dejando la puerta del patio abierta sin cadena ni candado, que era lo que solía hacer todas las veces que había logrado observarlo a las 18 hs.
Recuerdo haber llegado al lugar de espera a las 15 hs, no quería llegar tan temprano pero el hecho de sentirme tan cerca de mi objetivo, la ansiedad, me impulso a salir cuanto antes sin pensar en la larga y aburrida espera.
El tipo que buscaba era quien había violado y matado a una persona a la cual le tenía mucha estima y amor, sinceramente no viene al caso ni quien, era ni como dí con el, ni como me enteré de la impunidad con la que se movía y actuaba. El punto es que creía haberlo encontrado, digo creía por que no tenía ninguna prueba en su contra y para eso estaba yo allí. El llamar a la policía no era ninguna opción, eran cómplices en sus atrocidades y por ende no tendría ningún tipo de resultado favorable.
Esperar 3 horas sentado en un tronco no es nada lindo, te llega a doler el culo y la incomodidad es indescriptible.
Al ver salir a la misma hora de todos los días del sótano al sospechoso solté una sonrisa, al fin podría corroborar todo y actuar en consecuencia. Me encaminé por la entrada que ya había probado la noche anterior e ingresé al "sótano".
Durante las 3 horas de espera pensaba en que haría si llegaba a confirmar que tipo este era esa persona a la que llevaba buscando por tanto tiempo. Ideas tan oscuras jamás había pasado por mi mente pero siempre hay una primera vez para todo. El odio que sentía hacia el culpable son imposibles de explicar con palabras. La ansiedad por saber si al fin había encontrado a la persona indicada no ayudaron a pasar las 3 horas de espera, sino que las convirtieron en una eterna tortura de mi hacia mi.
Dentro de todos los vagos e inútiles recuerdos de ese día, me acuerdo de haberme armado uno antes de salir de casa y guardarlo en el bolsillo del pantalón. Había pensado en fumarlo durante la espera, pero luego pensé que no sería una buena idea si iba a escabullirme en esa casa para confirmar mi teoría.
Entrar en ese cuarto fue la peor decisión de mi vida, sentirme feliz de encontrar lo que encontré me causó tanta repulsión que vomité. El horror que se escondía allí no era humano, era obra de una mente enferma, retorcida, de un psicópata, y yo me sentía feliz de haberlo encontrado, de ver lo que estaba viendo. Una larga colección de partes humanas, embalsamadas, como trofeos macabros en estantes de madera. Lo peor fue encontrar a esa niña atada a la silla de no más de 9 años, su cuerpo todavía estaba caliente cuando intenté tomar su pulso sin resultado alguno. ¿Cómo se me pudo llegar a ocurrir que podía llegar a seguir con vida? Era más que evidente que había sido golpeada hasta la muerte y había pasado mientra yo miraba esa puerta desde afuera, sentado en un tronco, esperando, sin hacer nada.
El y sus cómplices debían morir, y yo también para terminar con todo ese circulo de desgracias y dolor...

By EnK

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